El pasado sábado, el Ballet Tolkeyén presentó por primera vez la obra coreográfica titulada “Dejaron improntas…” en la Escuela Municipal de Arte La Llave. Este evento fue un verdadero homenaje a los destacados precursores de nuestra cultura nacional, quienes dejaron una huella imborrable a lo largo de nuestra historia.

Si bien el título de la obra surge del libro del escritor jacobacino Elías Chucair, que relata historias del vivir en la Patagonia, a lo largo de la presentación también se hicieron presentes otras figuras destacadas. La música y la danza permitieron al espectador viajar imaginariamente por nuestra geografía y sumergirse en las diversas historias que conforman nuestro acervo cultural.

La obra, interpretada por el Ballet Folklórico Municipal, destacó a reconocidos exponentes como Mercedes Sosa, Santiago Ayala “El Chúcaro” y Juan Carlos Sarabia. Estos íconos culturales dejaron su marca a través de sus obras y se convirtieron en referentes de nuestra identidad nacional.

La dirección artística estuvo a cargo de Javier Alejandro Bravo. Además, contaron con la asistencia técnica de Giovana Poli, Jonathan Rodríguez, Carlos Soto y Fabiana Díaz, así como el diseño de luces y sonido a cargo de Emanuel Vera.

Durante la velada, se rindió un emotivo homenaje a Nelly Tezanos, reconocida docente y bailarina de folklore, fundadora del Ballet Tolkeyén, quien falleció el pasado mes de marzo a los 86 años. Tezanos dejó un legado de talento, dedicación y amor por la docencia y devoción por el folclore y la danza.

El Ballet Tolkeyén, en sus 30 años de trayectoria, ha enaltecido y enriquecido los escenarios barilochenses. Bajo la dirección del maestro Javier Bravo, se ha convertido en un espacio de perfeccionamiento en la danza folklórica, brindando múltiples experiencias artísticas a sus integrantes.

Este ballet ha demostrado su compromiso con la promoción de la danza folklórica y ha sido un verdadero orgullo para la comunidad barilochense a lo largo de estos 30 años.

El público que llenó la sala de teatro de la Escuela Municipal de Arte aplaudió a los bailarines al finalizar la presentación. Javier Bravo, director del Ballet Folklórico, agradeció al auditorio y reconoció el trabajo de todo el equipo. Destacó el apoyo de la gente y el compromiso de los bailarines. Al bajar del escenario, en diálogo con HOY Bariloche, resaltó la participación de la categoría juvenil. Además, mencionó los planes de llevar el espectáculo a otros escenarios y agradeció a los maestros y a quienes apoyan al ballet.

¿Cómo te sentiste durante la presentación de hoy? Acabas de bajar del escenario, ¿qué estás sintiendo en este momento?

Nada, felicidad, estar contento, satisfecho con todo lo que se ha estado haciendo, con todo este trabajo que es exclusivamente de la escuela de arte. Los bailarines y bailarinas le meten todo para que las cosas salgan bien y poco a poco esto vaya tomando forma. Esta fue nuestra primera presentación y estoy muy contento por la llegada que tuvo y por todo el cariño de la gente”.

Fue muy especial lo que se vio, además de la danza, las coreografías y la puesta en escena. Contamos un poco más sobre el trabajo. La gente se emocionó mucho porque las piezas que se bailaron son muy nuestras, muy de Río Negro.

Así es, tiene que ver con algo identitario, con el folclore identitario que está relacionado con nuestro lugar, nuestra provincia, con la huella y la zamba que representan a Río Negro. Somos un territorio muy extenso y queríamos hacer hincapié en resaltar lo que somos como provincia. Quiero agradecer a la gente que vino a apoyarnos, cada vez que el Tolkeyen realiza algo, ellos siempre están presentes y es maravilloso contar con ese apoyo.

En el escenario vimos a aquellos que ya tienen trayectoria y son conocidos por el público, pero también vimos a jóvenes que están marcando pasos fuertes.

El grupo juvenil es el soporte del ballet. Son el semillero, son chicos que han estado con nosotros desde pequeños y poco a poco han ido creciendo. Yo mismo comencé en la Escuela de Arte de la Llave cuando tenía seis años, y ahora tengo 36. Hace 30 años que esta escuela ha sido mi hogar y también me ha brindado apoyo emocional. Es un centro de contención tanto emocional como social, un lugar de crecimiento y capacitación para toda la sociedad barilochense.

También se ha visto el compromiso de los bailarines y bailarinas, y detrás de todo este montaje en escena hay muchas familias que los acompañan. ¿Cómo lo ves en el día a día, cada vez que se reúnen aquí en la escuela?

Es una gran responsabilidad, porque el tiempo de todos vale oro. Como mencioné antes, mucha gente deja a sus hijos al cuidado de otros, termina su jornada laboral agotada y viene a ensayar. Algunos incluso piden vacaciones en el trabajo para poder participar en presentaciones o competencias. Pero la verdad es que estoy contento, feliz con toda la gente que me apoya y confía en lo que hago.

¿Cuáles serán los próximos escenarios?

Probablemente llevemos el espectáculo a Dinahuapi, al igual que hicimos en su momento con ‘Desde el Sur’, otra obra que realizamos. También tenemos planeado llevarlo a la biblioteca, hacer una presentación itinerante. Pero esta fue nuestra primera vez, era romper el hielo y a partir de esto seguiremos construyendo, corrigiendo errores y buscando que cada vez sea mejor. Queremos representar a Bariloche con jerarquía, como lo hemos hecho hasta ahora.

Por último, el artista mencionó: Quiero enviar un saludo a mi maestro Arnaldo Pérez, quien fue uno de los que me inculcó el cariño y el amor por Río Negro y por nuestro folclore. Además, quiero mencionar a mi maestra Anelía Tezano, quien dejó una gran impronta, a quién homenajeamos al comenzar esta obra.

En conclusión, la presentación de “Dejaron improntas” por el Ballet Tolkeyén fue un evento lleno de emoción y admiración hacia aquellos que han dejado su huella en nuestra cultura.

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